Trotsky, Leon, El partido del proletariado y los partidos burgueses en la revolución

Bibliografía
Trotsky, León, “El partido del proletariado y los partidos burgueses en la revolución”, 1907, disponible en: https://www.marxists.org/espanol/trotsky/ceip/permanente/elpartidodelproletariado.htm
Temporalidad

Formas de la violencia

Disciplinas
Elementos de la violencia
Resumen

Desde la sociología, Trotsky realiza un discurso que pronuncia en el Congreso de Londres del Partido Socialdemócrata Obrero de Rusia en donde destaca el papel revolucionario del proletariado en Rusia.

Hace un balance sobre la situación histórica de Rusia y de por qué no se pudo llevar a cabo la revolución. Él se dirige a los miembros del partido y a la masa de proletarios para hacer una crítica sobre cómo los grupos contrarrevolucionarios influyeron para frenar el proceso revolucionario; por lo cual no se llevó a cabo la revolución, y los nobles y los burgueses conservaron el poder

Al comienzo del texto hace una distinción entre los diferentes papeles que tiene cada partido y critica la visión que tienen los mencheviques; pues ellos consideran que los partidos burgueses son quienes deben llevar a cabo un papel revolucionario. Sin embargo, cuestiona este argumento tomando en cuenta la situación de Rusia. No ve una clase o grupo distinto, que pueda llevar a cabo la misión que los mencheviques mencionan, que no sean los proletarios. Recalca que fuera del proletariado no hay otro poder revolucionario en Rusia.

Caracterización de la violencia:

Su análisis se centra en la violencia política. Podemos ver la pugna que hay entre los dos grupos políticos: el partido del proletariado y los mencheviques. En los primeros la violencia está enfocada en llevar a cabo una revolución proletaria. La violencia que llevan a cabo los mencheviques está enfocada en llevar a cabo una revolución burguesa; pues ellos consideran que los partidos burgueses son quienes deben llevar a cabo un papel revolucionario.  Trotsky cuestiona este argumento tomando en cuenta la situación de Rusia. Recalca que fuera del proletariado no hay otro poder revolucionario en Rusia.

Citas textuales:

“Las opiniones que profesan nuestros camaradas mencheviques les parecen, a ellos mismos, extraordinariamente complejas. Les he oído más de una vez acusamos de tener una idea demasiado simple de la marcha de la revolución rusa. Y, sin embargo, a pesar de una falta absoluta de precisión en las formas, que dan la apariencia de complejidad -y gracias, quizá, a este defecto- las ideas de los mencheviques degeneran en un esquema extraordinariamente simple, accesible a la comprensión del mismo Miliukov. En la nota final de un folleto aparecido recientemente, 'Cómo se han hecho las elecciones para la segunda Duma de Estado', el líder del Partido Constitucional Demócrata [kadete] ha escrito: 'En lo que concierne a los grupos de izquierda, en sentido estricto, es decir, los grupos socialistas y revolucionarios, nos será más difícil entendernos con ellos. Pero, si bien no tenemos razones positivas suficientemente definidas que operen este acercamiento, tenemos al menos grandes razones negativas que favorecerán el entenderse en cierta medida. Su fin es criticarnos y desacreditamos, por eso es necesario que existamos y que obremos. Sabemos que, para los socialistas, no solamente para los de Rusia sino para los del mundo entero, la transformación que lleva a cabo ahora el régimen es una revolución burguesa y no socialista: es una revolución que debe ser hecha por la democracia burguesa. Además, si se tratara de ocupar el lugar de esta democracia [...] hay que reconocer que no hay un solo socialista en el mundo que se haya preparado para ello; y si el país ha enviado a la Duma socialistas en gran número, no es, desde luego, para realizar desde ahora el socialismo, ni para que lleven a cabo por sí mismos las reformas preparatorias ‘de la burguesía...’. Así, les será mucho más ventajoso dejamos el papel de parlamentarios, que comprometerse ellos mismos en ese papel'”

“Si los camaradas mencheviques creen en la victoria de la revolución o admiten al menos la posibilidad de esta victoria, no podrán negar que, fuera del proletariado, no hay, en Rusia, otro pretendiente al poder revolucionario. Lo mismo que la pequeña burguesía de la revolución francesa se puso al frente del movimiento nacional, el proletariado, la verdadera fuerza democrática y revolucionaria de nuestras ciudades, debe encontrar apoyo en las clases campesinas y tomar el poder si, por lo menos, la victoria de la revolución es posible. Un gobierno que se apoya directamente en el proletariado y, por medio de él, en la clase campesina revolucionaria, no significa aún una dictadura socialista. No quiero hablar, de momento, de las perspectivas ulteriores de un gobierno proletario. Quizá el proletariado esté condenado a caer, lo mismo que la democracia de los jacobinos, para dejar el lugar a la burguesía. Quiero solamente dejar claro un punto: si el movimiento revolucionario ha triunfado entre nosotros, como predijo Plejanov, en tanto que movimiento obrero, la victoria de la revolución no es posible sino como victoria revolucionaria del proletariado; dicho de otra manera, sería absolutamente imposible su victoria si no fuera así”