Fromm, Anatomía de la destructividad humana

Bibliografía
Fromm, Anatomía de la destructividad humana, Trad. Félix Blanco, México, Siglo veintuno editores, 2015.

Formas de la violencia

Disciplinas
Elementos de la violencia
Tema

La intensificación de las expresiones de violencia y la exhibición de la crueldad que se analizaba en el mundo de posguerras motiva al integrante de la Escuela de Frankfurt, Erich Fromm, a desarrollar una teoría psicoanalítica que aborde la naturaleza y las condiciones de la destructividad humana, la cual se publica por primera vez en 1974 (1968 - 1980 Autoritarismo).

 

Resumen

Fromm escribe principalmente para el medio académico, intentando aportar a un debate sobre la naturaleza de la destructividad o agresión destructiva de la humanidad, dividido entre instintivistas y conductistas, desde un enfoque novedoso a la discusión: el psicoanálisis. Pero apoyado en los descubrimientos recientes de la neurofisiología, la prehístoria, la antropología y la psicología del animal.

Fromm avanza entre ambas corrientes, que se disputan el origen de la destructividad en un debate entre instinto animal o condiciones sociales, proponiendo dos tipos de agresividad presentes en las personas: la agresividad benigna; como una agresividad defensiva integrada en el cerebro humano que tiene como misión la defensa frente a las amenazas vitales, y la agresividad maligna; osea la crueldad y la destructividad, específica de la especie humana y  que se halla virtualmente ausente en la mayoría de los mamíferos, no está programada filogenéticamente y no es bológicamente adaptativa, no tiene ninguna finalidad y su satisfacción es placentera.

Partiendo de esta posición teórica, Fromm estudia tanto las condiciones que provocan la agresión defensiva como las que son causa de la destructividad genuina y las diferentes estructuras en las que se expresa en el carácter. Así, el autor trata de demostrar que el carácter es la segunda naturaleza o índole segunda del hombre que remplaza a sus instintos poco desarrollados. Y que las pasiones humanas (como el anhelo de amor, ternura y libertad, así como el placer de destruir, el sadismo, el masoquismo, el ansia de poder y poseer) son respuestas a las “necesidades existenciales”, radicadas a su vez en las condiciones mismas de la existencia humana.

 

Caracterización de la violencia:

Esta obra es en sí misma un análisis de la violencia en distintas dimensiones, ya que estudia la construcción social y cultural y la naturaleza de múltiples formas en las que el hombre destruye y se destruye, logrando una exposición global e histórica de la violencia destructiva de la humanidad. En particular, se encuentra un análisis de la violencia histórica, cuando el autor refuerza su argumentación sobre las distintas estructuras de carácter agresivo, a través de psicobiografías (técnica de exposición) de personajes históricos (sujetos ejecutores de la violencia). Ejemplificando el carácter sádico con Stalin, el carácter sádico burocrático con Himmler y el carácter necrófilo con Hitler.

En estas distintas formaciones del carácter Fromm le da continuidad a dos conceptos de la teoría Freudiana. La agresividad, como parte del impulso sexual (sadismo oral y anal (líbido)) y la agresividad independiente del instinto sexual, como cualidad de los instintos del ego y que se opone (y odia) a la intrusión de los estímulos externos y los obstáculos a la satisfacción de las necesidades sexuales y las de la autoconservación. Centrándose en la agresividad que se proyecta hacia el exterior, es decir con los demás pero también con la misma persona, en forma de destrucción y autodestrucción, como manifestación del instinto de muerte o placer a la destrucción de la vida, las cuales Fromm contextualiza con dichos personajes históricos y los movimientos autoritarios que los explican.

Citas textuales:

“La destructividad aparece en dos formas: espontánea y ligada a la estructura del carácter. Por la primera entiendo los estallidos de impulsos destructores inactivos (no necesariamente reprimidos) activados por circunstancias extraordinarias, a diferencia de la permanente, si bien no siempre manifiesta, presencia de rasgos destructivos en el carácter.” (Pp.273)

“El sadismo por esencia, no tiene objetivo práctico; no es “trivial” sino “devocional”. Es la transformación de la impotencia en la experiencia de la omnipotencia, es la religión de los lisiados psíquicos.”  (Pp.282)

A causa de la íntima relación entre sadismo y masoquismo es más correcto hablar de carácter sadomasoquista, aunque en una persona determinada predomine el uno o el otro aspecto. El carácter sadomasoquista ha sido denominado también “autoritario”, traduciendo el aspecto psicológico de su estructura de carácter a términos de actitud política. Este concepto halla su justificación en el hecho de que las personas cuya actitud política suele calificarse autoriaria (activa y pasiva) por lo general presentan (en nuestra sociedad) los rasgos de carácter sadomasoquista: dominio sobre los que están abajo y sumisión para con los de arriba.” (Pp. 294)