Norbert Elias, Los alemanes

Bibliografía
Elias, Norbert, Los alemanes. Trad. Luis Felipe Segura y Angelika Scherp, México, Instituto Mora, 1999.

Formas de la violencia

Disciplinas
Elementos de la violencia
Tema

Este libro se publicó en 1994 (tensión transformadora, 1994-2001). Norbert Elias escribe este libro con la finalidad de hacer un análisis crítico e histórico sobre el surgimiento del régimen Nacionalsocialista alemán a partir de la teoría de la civilización, con lo que dio cuenta de que la civilización no es un proceso lineal ni progresivo; pues el ascenso de este régimen implicó un proceso descivilizatorio.

Resumen

Norbert Elias, desde la sociología, hace un análisis histórico sobre cómo Alemania logró consolidarse como Nación. En esta caracterización se destaca que en el siglo XVIII había un poder central erosionado, ya que la forma de gobierno se basaba en principados, elemento que dificultaba que hubiera un proceso de pacificación; por lo que las relaciones se caracterizaban por ser violentas y crueles. Por otro lado, el surgimiento de la Nación no correspondía con ideales liberales y democráticos, sino que el proceso de unificación  de los principados sólo fue posible por medio de un líder autócrata. Por lo que el proceso de formación de la Nación adquirió una concepción tradicional y autoritaria en la que la nobleza militar detentaba los puestos de mayor prestigio social. El reforzamiento del prestigio se basaba en el honor, por lo que la búsqueda del honor se vuelve importante para esta sociedad. Para llevar a cabo la satisfacción del honor los miembros de la nobleza militar y de alta burguesía llegaban a enfrentar en duelos con otros miembros de igual status que ellos, esto para solucionar problemas privados, y a la vez defender su honor. A pesar de que los duelos se caracterizaban por la violencia y agresividad de los enfrentamientos también había una serie de reglas que los oponentes debían cumplir. El código de satisfacción del honor regía la conducta y la ideología de las buenas sociedades alemanas de este periodo.

Elias explica que los códigos de conducta y la ideología predominante en la Nación correspondían con una visión tradicional y autocrática, por lo que el intento de instaurar un modelo de gobierno republicano no tuvo éxito. La República de Weimar fracasó porque los nobles y la burguesía veían al bolchevismo como una amenaza y, por otro lado, el poder de estos dos sectores se reforzaba y legitimaba con base en los códigos tradicionales, por lo que el cambio de modelo de gobierno podía reducir su poder e influencia política. Sectores de nobles y burgueses de ideología nacionalista llevaron a cabo actos terroristas en contra de la República de Weimar, la cual contaba con un monopolio de la violencia muy limitado y por lo que su derrocamiento fue inevitable. Las condiciones político-sociales de Alemania después de perder la Primera Guerra Mundial, la crisis de 1929, el apoyo de amplios sectores de la sociedad de un régimen autocrático y  las esperanzas de recobrar la grandeza perdida de Alemania (restablecimiento de un imperio) fueron los principales elementos que llevaron a Hitler al poder.

El ascenso del Nacionalsocialismo fue posible con base en la reducción de la competencia multipartidista y el establecimiento de un partido dominante. Esto se llevó a cabo mediante el ataque a la República de Weimar tanto ideológico como a través de técnicas terroristas. Elias menciona que durante el régimen Nacionalsocialista se generó un proceso descivilizatorio, en el que proliferaron conductas inhumanas asociadas a la barbarie y la crueldad; en las cuales había un débil autocontrol de los impulsos.  La ideología Nacionalsocialista justificó la violencia empleada con base en el pasado bárbaro de las tribus germánicas, y reprodujo un sistema tradicional de obediencia en el que el pueblo se convirtió en súbdito; esto redujo la individualidad de los sujetos. Por otro lado, El sueño de recuperación de la grandeza del pueblo alemán estaba muy ligado con la idealización del pasado perdido y la negación de un descenso del poder nacional de Alemania generaron en el pueblo alemán un sentimiento de hostilidad que desencadenó una lucha por la conservación de la Nación, la cual carecía de escrúpulos y que se centró en la destrucción del enemigo; por lo que Alemania sufrió un proceso descivilizatorio.  

 

Caracterización de la violencia:

En el libro es posible encontrar elementos de violencia política en dos aspectos. Uno, en el proceso de transición de la unión de los principados a la consolidación como una Nación, pues en este proceso podemos ver cómo se creó un monopolio de la violencia –aunque era débil-  a través del cual se logró establecer un mayor grado de institucionalización y normativización de la conducta de los sujetos, con lo que generó que estos tuvieran un mayor grado de autocontrol de los impulsos. Sin embargo, este monopolio era débil por lo que algunas de las relaciones se encontraban mediadas por conductas violentas. Un ejemplo es el surgimiento del código de satisfacción del honor con el cual la nobleza y la alta burocracia recurrían a solucionar los asuntos privados por medio de los duelos; a pesar de que esto podía parecer incivilizado demostraba tener un cierto grado de normas y esto implicaba que los oponentes debían tener un cierto grado de autocontrol. Por otro lado, en el régimen Nacionalsocialista hubo un proceso de descivilización que se caracterizó por un predominio de conductas violentas y menor autocontrol de los impulsos.

Dos, encontramos elementos de violencia política cuando se analiza el periodo del régimen Nacionalsocialista y cómo se construyó a los judíos como enemigo político de la Nación a través de procesos de disciplinamiento y propaganda que sirvieron como instrumentos para legitimar que eran una amenaza para la Nación y que se les podía exterminar, ya que eran una raza inferior. Por otro lado, cuando se analiza las técnicas empleadas por el Nacionalsocialismo para llevar a cabo la destrucción de los judíos en los campos de concentración, se destaca que el proceso incorporaba avances tecnológicos y organizativos racionales para el asesinato masivo de judíos a través del uso de cámaras de gases con lo que generó mayor eficiencia y burocratización del proceso de exterminio.

 

Citas textuales

“Las sociedades en que, si bien en una forma extremadamente formalizada, el uso de la violencia en el trato se tolera o, como en este caso, prácticamente se fomenta, favorecen el desarrollo de formas ideológicas, preceptivas y prácticas que permiten, a quien es físicamente más fuerte, “comportarse groseramente” y sin consideración con otras personas, tan pronto creen percibir en ellas alguna debilidad. La dinámica inmanente de los grupos humanos en que se concede el uso de la violencia física un papel determinante en el trato y las relaciones sociales, aunque sea en la manera altamente formalizada del duelo y las cicatrices entre los estudiantes corporativos, los conduce constantemente al ascenso en ellos de un tipo de personas que se distinguen no sólo por la fuerza o habilidades físicas, sino por experimentar placer y alegría al someter, siempre que se presenta la oportunidad, a otras personas con las armas o con las palabras […] El acto formalizado del duelo no era, como hemos dicho antes, un hecho aislado, sino sintomático de ciertas estructuras sociales; tenía una función específica para las clases sociales de cuyas estrategias de comportamiento formaba parte; era característico de un tipo específico de estrategias de trato entre personas, del tipo dominante en tales círculos, y, también, de una valoración específica de las mismas.”(p. 90)

“Desde el punto de vista de las generaciones burguesas de mayor edad que habían vivido la transición de las República de Weimar a la dictadura del partido nacionalsocialista y luego también la guerra, la cuestión de culpabilidad o inocencia del individuo, o sea, de la personal, revestía una importancia decisiva en la reflexión en torno a este episodio histórico, que puso a Alemania en una posición contraria a todos los valores de la civilización.” (p. 296)

“Las cámaras de gas aceleraron el proceso de eliminación de los judíos procedentes de toda la Europa ocupada, el cual se concentró en pocos sitios, facilitando el control administrativo. Los judíos eran enviados a los campos que estaban la supervisión directa del Comité de Asuntos Judíos de la Gestapo […] Pasó cierto tiempo antes de que se desarrollaran no sólo la técnica material, sino también las estrategias administrativas adecuadas para asesinar de manera eficiente a cientos de miles de personas […] En resumidas cuentas, entre fines de 1939 y comienzos de 1945, de 9 a 10 000 000 de judíos cayeron bajo el dominio de la Alemania nacionalsocialista. Unos 5 000 000 millones murieron asesinados por fusilamiento, gas, hambre o en alguna otra forma.” (p. 360)