Trotsky, Leon, La guerra y la internacional

Corre el agitado año de 1914 y en los países que conformarían la Triple Alianza y la Triple Entente, comenzaba a votarse la participación en el conflicto armado después nombrado Primera Guerra Mundial. Esta valoración, de acuerdo a Trotsky, se hacía bajo un intencional confuso discurso, al que también sucumben las socialdemocracias nacionales, basado en los más primarios valores chauvinistas donde las clases gobernantes convocaban a sus poblaciones a la defensa de sus respectivos Estados nacionales. Trotsky plantea entonces a lo largo del texto, la necesidad de discernir entre la violencia militar de la guerra mundial entre conflictuadas burguesías nacionales y la violencia revolucionaria de una posible revolución social, descartando la discusión de las socialdemocracias que insistían en sumarse a la convocatoria de los gobiernos nacionales a través de guerras defensivas o guerras ofensivas, dependiendo el caso.

Valiéndose de un sesudo análisis económico, Trotsky expone la necesidad de la guerra mundial para la  reconfiguración del capitalismo en su nueva fase imperialista, como resultado del contradictorio desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas en un momento histórico de crisis de los estados nacionales. Ahonda en la caducidad de la economía política bajo la forma de estados nacionales y la emergencia de un poder económico-político-bélico mundial.

Ante este panorama mundial que avecina la guerra en puerta, Trotsky plantea la necesidad de la construcción de una nueva Internacional que prepare al proletariado del mundo, identificado bajo una patria internacional y ya no de estados nacionales, para luchar contra el poder capitalista mundial que configure la guerra para la construcción del socialismo.

Caracterización de la violencia

Aunque no lo aborda de manera textual, Trotsky en éste texto hace referencia todo el tiempo a un tipo de violencia política en la forma de violencia militar que llevará en sí la Primera Guerra Mundial.

En ella, identifica centralmente a dos sujetos antagónicos que en el confuso ambiente preludio de la Primera Guerra Mundial, participan incluso cooperativamente. Por un lado señala a las burguesías nacionales como gestoras de una avasalladora guerra en pos del dominio mundial capitalista (sujetos de la violencia militar) y por el otro al proletariado (potencial sujeto de la violencia revolucionaria) utilizado por los gobiernos nacional para sostener una guerra que no les corresponde.

Es posible identificar algunos elementos estéticos de las dos diferentes representaciones de la violencia que se aluden. En los discursos nacionalistas que se reproducían en los países para convocar a sus poblaciones a enlistarse en los ejércitos nacionales para participar en la guerra mundial (técnica), se plantean principios ideológicos y morales que embellecen la voluntad de sumarse a éste ejercicio de violencia tanto en las guerras defensivas como agresivas. En el texto, Trotsky reivindica la violencia política como instrumento emancipador del proletariado internacional en una anhelada revolución social (técnica). A ésta reivindicación también se le atribuyen elementos estéticos de la violencia contrarios a los sentimientos nacionalistas burgueses del imperialismo.

Citas textuales

“La nación debe continuar existiendo como un hecho cultural ideológico y psicológico, pero ha sido privada de sus bases económicas. Toda disquisición sobre el actual choque sangriento en el sentido de que es una acción de defensa nacional, es o bien hipocresía o bien ceguera. Por el contrario, el significado real y objetivo de la guerra es el aniquilamiento de los actuales centros nacionales económicos y su sustitución por una economía mundial. Pero el camino que los gobiernos proponen para resolver el problema del imperialismo no es a través de la inteligente y organizada cooperación de todos los. productores de la humanidad, sino su realización por medio de la explotación del sistema económico mundial por la clase capitalista del país victorioso, la cual será así transformada de gran poder nacional en poder mundial”

“La guerra es el método por el cual el capitalismo, en la cumbre de su desarrollo, busca la solución de sus insalvables contradicciones. A este método, el proletariado debe oponer su propio método: el de la revolución social”

“Si la guerra escapó del dominio de la Segunda Internacional, sus consecuencias inmediatas escaparán del dominio de la burguesía del mundo entero. Nosotros, revolucionarios socialistas, no queríamos la guerra. Pero no le tememos. Nosotros no nos entregamos a la desesperación por el hecho de que la guerra deshizo la Internacional. La historia ha dispuesto ya de la Internacional”