Fromm, Obreros y empleados en vísperas del tercer Reich

Bibliografía
Fromm, Obreros y empleados en vísperas del Tercer Reich, un análisis psicológico-social, Trd. Héctor Piccoli y Lucio Piccoli, Argentina, Fondo de Cultura Económica, 2012.

Formas de la violencia

Disciplinas
Elementos de la violencia
Tema

Obreros y empleados es la primer investigación empírica del Instituto de Frankfurt elaborada a cargo de Fromm en la década de los treinta del siglo XX (1933 -1940 Fascismo) para la elaboración de una psicología social de las masas sobre la clase trabajadora alemana hacia el final de la república de Weimar, con la que se buscaba analizar la consciencia, la forma de vida, las actitudes vitales y la estructura psiquica de los obreros y empleados.

Resumen

La investigación consistió en una muestra de 584 cuestionarios que incluían 271 preguntas cada uno, referente a opiniones, preferencias y costumbres de la clase trabajadora alemana. Comenzaron a ser aplicados en 1929 a través de cuestionarios y entrevistas, sin embargo, el trabajo fue silenciada por alrededor de cincuenta años por el contexto sociopolítico.

Fromm se proponía estudiar el conocimiento de las formas de vida objetivas de los obreros y empleados alemane desde una perspectiva sociológica con herramientas psicoanalíticas, donde el problema del carácter social estaba en el centro de la investigación, aunque esta no expusiera un desarrollo teórico. De acuerdo a posteriores trabajos de Fromm, la propuesta teórica que guiaba esta investigación era que la cada vez más amplia disparidad entre las formas objetivas de vida de los asalariados (debido a la transformación de su morfología) y sus actitudes psicológicas y políticas se había convertido en la contradicción signante de la época. Por lo que el factor subjetivo no podía ser ya más contado como un elemento menor de la estructura, sino que debía ser abordado como una de las piezas más decisivas de las actuales relaciones históricas que, aunque objetivas, no podían resolverse sólo “objetivamente”.

Siguiendo el modelo de interpretación de Marx del desarrollo social, el autor reconoce las fuerzas libidinales como un factor esencial para la constitución de la socialidad. Considera que en la medida en que las modificación de las tendencias pulsionales depende de la configuración de las respectivas configuraciones económicas por el hecho de que la líbido se adapta a la estructura y por ende ella misma se convierte en un  factor estabilizador de la lucha de clases.

Fromm, continuando con las ideas de Reich, presuponía la existencia de oscilaciones caractereológicas que alteraban la psicología de los grupos con el desarrollo de las crisis y las transformaciones históricas. Pero, por el contrario a Reich, Fromm consideraba que el psicoanálisis podía pasar del terreno del individuo al de la psique de los grupos, para la interpretación de una psicología social de las masas como característica media común a todos los miembros del grupo, que no desempeña necesariamente un papel central en la estructura del carácter de cada individuo.

 

Caracterización de la violencia:

En esta obra es posible ubicar un análisis de la violencia histórica y política desde el estudio de la personalidad autoritara y los mecanismos de dominación social. Se deseaba determinar qué posibilidades existían de que Hitler fuera derrotado por la mayoría de la población alemana, especialmente la clase trabajadora (sujeto). Que para 1930 expresaba aún estar en contra del nazismo y afavor de la democracia a través de sus elecciones políticas y gremiales.

La violencia histórica la podemos interpretar especialmente en la reducción del nivel de vida de los empleados que testimoniaban estas investigaciones, donde la miseria económica parecía no conducir a la confrontación anticapitalista de los asalariados, por el contrario acrecentaba la afición por las formas de relación autoritarias que potencializó el nazismo.

La violencia política se lee con esta socialidad desde su carácter de ordenamiento y dominación social, que promovió en la epoca un acrecentamiento de tendencias psiquicas hostiles al socialismo (a las que apeló el nazismo). Dichas tendencias para el autor estaban basadas en gran medida en la sublimación y represión de las pulsiones inconscientes que influyen en la constitución de un carácter autoritario. Al que en su opinión, no fueron capaces de responder las organizaciones de izquierda con una opuesta construcción social de un carácter revolucionario.

Citas textuales:

“Dado que nuestro cuestionario se refería a opiniones, preferencias y costumbres de la población a analizar, las informaciones requeridas solo podían asegurarse mediante la encuesta de los probandos mismos. A este respecto se ofrecían, básicamente, dos procedimientos: la entrevista directa o el cuestionario.” (Pp. 116)

“La determinación de la pertenencia partidaria, la conducta electoral, la actuación sindical y la actividad política era asimismo relativamente no problemática. Sin embargo, distinta se presentaba la situación en el caso de aquellas preguntas que se referían a la cosmovisión y ala orientación política, así como a las preferencias y antipatías de los encuestados. Aquí eran concebibles no sólo diversos grados de énfasis de la formulación, sino también preguntas y complejos de preguntas absolutamente distintos. La elección misma de las preguntas tenía por lo tanto un carácter experimental; mas su utilidad podía sólo apreciarse en virtud de los resultados.” (Pp. 117)

“La mayoría de los 584 cuestionarios, más precisamente el 71%, procedía de los centros urbanos entre Frunkfurt y Berlín. El 25% provenía de las zonas al sur de la línea Meno, así como de Renania, mientras que el 4% restante debe asignarse a las demás regiones de Alemania, con exepción del este, en gran parte, de estructura agrícola. En oposición a las regiones del norte y del centro, preponderantemente protestantes, Alemania del sur y Renania ostentan una población en gran parte católica. El 11% de los encuestados se confesó católico, y este grupo vivía en la mayoría de los casos, en los territorios citados en último término. El 25% era protestante y el 7% pertenecían a minorías religiosas, incluyendo a los judíos; no obstante, no  menos del 57% se declaró ateo” (Pp. 147)