Gramsci, Cuaderno 9

Bibliografía
Gramsci, Antonio. “Cuaderno 9. Miscelánea y Notas sobre el Risorgimento italiano” en Cuadernos de la Cárcel Tomo IV. México. Era. 1986

Formas de la violencia

Disciplinas
Elementos de la violencia
Tema

Es un texto escrito en 1932, por lo que corresponde al período de la socialdemocracia (1917 - 1933). En este texto, Gramsci escribe sobre temas variados que él mismo ha considerado relevantes: sobre la cultura italiana, sobre la literatura italiana, intelectuales orgánicos y tradicionales, el Estado, la hegemonía, etc. Sin embargo, existe un tema que es primordial en este cuaderno: el Risorgimento italiano. En torno a este suceso, Gramsci analiza diferentes elementos que conforman su contexto actual político e ideológico.  

Resumen

Desde la política y la sociología Gramsci recopila un conjunto de escritos que en su mayoría giran en torno al suceso conocido como Risorgimento italiano. Si bien, no todas las notas están inscritas a este tema central, es decir, el Risorgimento; podemos apreciar que el análisis de Gramsci sí está pensado en torno a la unificación del Estado  italiano. A partir de esto, Gramsci analiza el papel de los intelectuales tradicionales respecto al proyecto de configuración del Estado moderno italiano durante las primeras décadas del siglo XX. Para Gramsci resulta importante analizar el Risorgimento, en cuanto que a partir de esto, el Estado o los grupos dirigentes (en este caso italianos), moldean políticamente las formas ideológico-subjetivas de la población, al tiempo que se propicia una hegemonía cultural que tiende a la nacionalización y centralización de la vida colectiva. En este sentido, Gramsci resalta la importancia de la generación de intelectuales orgánicos que surjan de la entrañas del movimiento, que promuevan una ideología orgánico-popular.

 

Caracterización de la violencia:

Podríamos decir que, la violencia que posiblemente identifica Gramsci puede ser caracterizada como violencia política, y en algunos momentos, violencia económica. Gramsci entiende sobre todo, la posibilidad totalizadora del Estado a través de sus intelectuales tradicionales, en esta lógica, entiende el proyecto político hegemónico que significa la cultura y lo ideológico-subjetivo; un proyecto que está en disputa y que el ejercicio del poder y de las relaciones, permiten el desarrollo de la dirección y dominación de los grupos subalternos. Podemos apreciar la crítica a una violencia económica cuando Gramsci trata el tema del modo de producción fordista, refiriéndose específicamente a las fábricas automotrices (Ford, particularmente) y las condiciones “supra materiales” que ofrecen a los obreros, mismas que no pasan desapercibidas independientemente de los “altos salarios”.   

 

Citas textuales:

- “Las ideas y las opiniones no “nacen” espontáneamente en el cerebro de cada individuo: han tenido un centro de irradiación y de difusión , un grupo de hombres o incluso un hombre aislado que las ha elaborado y presentado en la forma política de actualidad”. (p. 51)

- “Luchar por un nuevo arte significaría luchar para crear nuevos artistas individuales, lo cual es absurdo, porque no se pueden crear artistas artificialmente. Se debe hablar de luchar por una nueva cultura. o sea por una nueva vida moral que no puede dejar de estar [íntimamente] ligada a una nueva concepción de la vida, hasta que ésta se vuelva un nuevo modo de sentir y de intuir la realidad y por lo tanto un mundo íntimamente conforme en el artista y en sus obras. Que la creación de artistas no pueda ser producida artificialmente no significa, sin embargo, que un nuevo mundo cultural, por cuya realización se lucha, suscitando pasiones y nuevo calor de humanidad, no suscite también “artistas nuevos”; no se puede decir a priori que Fulano o Mengano serán artistas, pero no se puede excluir e incluso se puede afirmar que del movimiento nacerán nuevos artistas. Un nuevo grupo que entra en la vida histórica hegemónica, con una seguridad en sí mismo que antes no tenía, no puede dejar de suscitar de su interior personalidades que antes no habían encontrado una fuerza suficiente para manifestarse, etcétera”. (p. 97)

- “La expansión moderna es de origen capitalista-financiero. El elemento “hombre”, en el presente italiano, o es hombre-capital o es hombre-trabajo. La expansión italiana es la del hombre-trabajo, no la del hombre-capital, y el intelectual que representa al hombre-trabajo no es el tradicional, hinchado de retórica y de recuerdos mecánicos del pasado. El cosmopolitismo italiano no puede dejar de convertirse en internacionalismo. No el ciudadano del mundo, en cuanto civis romanus o católico, sino en cuanto trabajador y productor de civilización. Por eso se puede sostener que la tradición italiana se continúa dialécticamente en el pueblo trabajador y en sus intelectuales, no en el ciudadano tradicional y en el intelectual tradicional”. (p. 98)