Mannheim, Karl, Diagnóstico de nuestro tiempo

Bibliografía
Mannheim, Karl, Diagnóstico de nuestro tiempo. Trad. José Medina Echavarría, México, Fondo de Cultura Económica, 1994.

Formas de la violencia

Disciplinas
Elementos de la violencia
Tema

Este libro fue publicado en 1943 (Lógica del genocidio, 1940-1947). En éste Karl Mannheim analiza el proceso de transición en occidente de sociedades laissez-faire a sociedades planificadas, y el riesgo de que en éstas emerja una minoría que pueda ejercer un control autoritario sobre sus poblaciones.

Resumen

Karl Mannheim, desde la sociología, analiza el proceso de transformación de las sociedades occidentales de laissez-faire a planificadas. Destaca que la complejización y diferenciación de las sociedades ha generado que sea necesario llevar a cabo un proceso de planificación para poder establecer objetivos generales como sociedad, a través de la cohesión y el control social. En este punto resalta que hay riesgos de que se pueda llegar establecer un control autoritario por parte de una minoría, por lo que sostiene que es necesario que se lleve a cabo la planificación de una sociedad democrática a través de la participación activa en política y la defensa de las libertades individuales; ambos elementos sólo son posibles si se implementa una educación que fomente el pensamiento crítico y si garantiza que los ciudadanos puedan ejercer sus libertades individuales.

Mannheim analiza el papel que han fungido los jóvenes en las sociedades autoritarias y el que deben fungir en las sociedades planificadas democráticas; en este análisis da cuenta de cómo los jóvenes en las sociedades autoritarias han sido tratados y se les ha considerado como ciudadanos inferiores a los que se les tiene que adiestrar con el objetivo de que lleven a cabo la reproducción de esa sociedad con base en los criterios de tradición. El autor sostiene que los jóvenes en las sociedades democráticas planificadas deben de fungir como un grupo social dinámico, que le imprima vitalidad a las sociedades; por lo que es necesario que éstos sean integrados en las sociedades y puedan participar en la vida pública.

Otro elemento que analiza el autor es lo que se conoce como crisis de valores, este fenómeno lo analiza con base en dos aspectos. Por un lado, como una crisis de sentido moral que ha generado una crisis civilizatoria; esta se encuentra ampliamente vinculada con la falta de individualidad y la obediencia ciega que se ejerce en las sociedades totalitarias. Por otro lado, como un proceso que ha producido gran diferenciación social lo que ha conllevado a que no se compartan creencias morales semejantes entre los individuos, y esto ha debilitado la cohesión social; cuyo principal riesgo es la desintegración social.

Caracterización de la violencia:  

En este texto encontramos elementos de violencia política en dos niveles. En un primer nivel se puede observar la tensión y disputa del plano político internacional entre Naciones con las formas de sociedades autoritarias y las sociedades democráticas, ambas son sociedades planificadas. En un segundo nivel podemos ver cómo ambas ejercen un control social sobre sus poblaciones para llevar a cabo el proceso de planificación. Sobre esto último, en su análisis Mannheim menciona que en las sociedades autoritarias hay una clase minoritaria que ejerce un control totalitario sobre sus poblaciones para garantizar un control social a partir de técnicas para generar terror, y la cohesión social es débil, por lo que comúnmente se recurre a elementos ideológicos para poder crear una falsa identidad que aglomere a amplios sectores sociales de características sociales diferentes. En las sociedades democráticas a través de las instituciones se defienden las libertades y las garantías de los ciudadanos. Es importante destacar que estas sociedades se encuentran con el principal reto de generar cohesión social para evitar que los grupos sociales no se fragmenten; ya que cada vez se transita a un proceso de complejización de las sociedades. Para evitar la fragmentación se ejercer un control social para normar la conducta de los individuos y se establecen una serie de principios o ideales a seguir con el objetivo de generar cohesión social. Ahora bien, Mannheim resalta los riesgos de que en las sociedades democráticas emerja una clase minoritaria que ejerza un control autoritario sobre las poblaciones, por lo que el control social debe basarse en los principios de libertad y la justicia social, a la vez que genere una cohesión social basada por la integración de grupos diferentes, lo que representaría una aceptación de la diferencia. A pesar de esto, sostiene el autor no se puede aceptar o tolerar grupos que fomenten el odio y la intolerancia porque puede poner en riesgo a las sociedades democráticas.

Citas textuales

“Estamos viviendo en una época de transición del laissez-faire a una sociedad planificada. La sociedad planificada futura puede tomar una de estas dos formas: la dominación de una minoría mediante una dictadura o un nuevo tipo de gobierno que esté todavía regulado de manera democrática, no obstante el aumento de su poder” (p. 9)

 “Lo que hemos aprendido de las experiencias amargas de las pasadas décadas, es que el sentido de intolerancia democrática no consiste en tolerar al intolerante, sino en que el ciudadano de nuestra comunidad tenga perfecto derecho a odiar y a excluir a todos los que usen en forma indebida de los métodos de la libertad para abolir la libertad” (p. 72)

“Si antes de la guerra la alternativa entre capitalismo y el comunismo se presentaba como la única forma posible del mundo futuro, a partir de las hostilidades la línea divisoria para los países occidentales está más bien en la defensa de la libertad y de la democracia frente a la dictadura” (p. 98)

“Los comunistas y los fascistas planifican también a la sociedad, pero destruyendo los valores de las civilización occidental y aboliendo la libertad y la democracia y el respeto a la personalidad” (p. 195)

“Es muy probable que una sociedad controlada en forma democrática tenga que basarse principalmente en un nuevo tipo de disciplina personal por cuya virtud deje la gente de discutir sobre las diferencias cuando llegue la hora de la acción y la decisión. Sólo puede conseguirse este tipo de autodisciplina democrática si cooperan voluntariamente la educación religiosa y la laica, la prensa y los demás factores que forman la opinión pública. No es del todo imposible dibujar los contornos de esa imagen sintética del nuevo orden social con el detalle suficiente para que pueda darse la visión de la nueva política educativa y social” (p. 200)